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  • Foto del escritorTanja Brandt

Cómo adaptarnos a los cambios involuntarios

Actualizado: 13 ene 2021


Repensarse a uno mismo.
Repensarse a uno mismo.

No es ciencia ficción, esta pasando aquí y ahora


Desde mediados de marzo nada es igual. Todo estaba en regla, el año había empezado con mucha ilusión. Llevaba meses planificando un viaje muy deseado a Bali, un viaje espiritual y de contemplación. Al principio observaba las noticias sobre el Corona Virus con cierta incredulidad, pensando que no era para tanto. Hasta intentaba mantenerme alejada de los pensamientos negativos en relación a los acontecimientos. No quería hacerlo el foco de mi día a día. Cuando se iba acercando la fecha para confirmar el último pago de viaje, la situación ya había empeorado bastante. Muy a mi pesar, finalmente anule el viaje. Lo que no podía imaginarme en este momento era lo que iba a pasar sólo unos pocos días después, porque todo cambió radicalmente….. El mundo está cambiando como nunca visto antes. Llevamos tiempo hablando de un entorno VUCA, que esta caracterizado por la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad de condiciones y situaciones. Pero nadie había pensando en un extremo tan exagerado. Nadie estaba preparado para ello. ¿Víctima o protagonista? He observado la reacción de las personas de mi entorno ante la actual crisis. Obviamente, cada persona tiene sus circunstancias particulares, algunas se verán más afectadas que otras sin duda. Aún así me interesan las diferentes actitudes que observo, algunas tienen un espíritu más pesimista y otras más optimista. Está difícil situación evidencia además el nivel de equilibrio emocional, racional y físico de cada uno. Estar prácticamente encerrado 24 horas en la casa obliga a gestionar no solamente nuestras propias emociones sino también de los demás. Las víctimas ven el problema fuera de ellos, hay culpables para todo, en este caso el virus, la política o el sistema y esperan que debe haber una persona a resolverle sus problemas. Tienen poca conciencia de que pueden hacer algo por cambiar su devenir. Su actitud es negativa, pesimista y reactiva. Los protagonistas se sienten con poder para intervenir en lo que sucede en sus vidas, afrontan los problemas de forma proactiva, buscando soluciones. Se ocupan en vez de preocuparse. Toman la iniciativa con el desarrollo de acciones creativas para generar mejoras, haciendo efectiva la libertad de elección sobre las circunstancias de la vida. Por lo tanto asumen su responsabilidad. Mantienen un estado emocional equilibrado, siendo más positivos en su actitud que la media de las personas, ayudan a construir nuevas ideas, sienten pasión por lo que hacen y ven mundos a inventar. Además saben dónde y cómo invertir su tiempo y recursos, porque son conscientes de las cosas sobre las que tienen control y cuales están fuera de su influencia. Son el tipo de persona que ven las grandes y pequeñas oportunidades en esta nueva situación, no divagan ante las incertidumbres y sacan su creatividad. Es un buen momento para pararse, replantearse cosas que normalmente posponemos o no nos planteamos, y definir a dónde queremos llegar para poder reconducir nuestra hoja de ruta. Debemos deconstruir para construir de un forma distinta nuestro trabajo.

Aquí algunas preguntas poderosas sobre los que reflexionar: -¿Cómo me siento, a qué tengo miedo? -¿Cómo reacciono ante los hechos, soy una persona positiva y proactiva (protagonista) o soy negativa y reactiva (víctima)? -¿Me estoy responsabilizando de mis resultados? -¿Estoy realmente haciendo algo que me gusta y me llena? -¿Qué hábitos contra productivos tengo y cuales preferiría tener? -¿Cuál será mi contribución a la sociedad? -¿Estoy dónde quiero estar?

El futuro ya es pasado Estáte preparado, algunas de las denominadas “mega tendencias”, ya llegaron y se han manifestando de manera más rápida gracias a la situación actual que estamos viviendo. Por ejemplo, en el mundo del trabajo: el qué, cómo y por qué hacemos las cosas que hacemos, en relación a la producción y la aportación de valor. En estos momentos todo el mundo habla del trabajo en remoto, gracias a la digitalización de las empresas y el cloud computing. La necesidad de protección contra el virus ha acelerado un nuevo modelo de trabajo que va muy vinculado con otra tendencia: La búsqueda del equilibrio entre la vida laboral y personal. Se demanda más flexibilidad. Todo ello está impactando en la manera en que trabajamos. Se ha pasado a un escenario profesionalmente muy exigente, pero también a un mercado lleno de nuevas oportunidades. Parece que, gracias a la crisis y la angustia mental causada, hay una mayor percepción de la importancia del cuidado personal/interpersonal y del equilibrio entre cuerpo y mente de las personas. Por lo tanto habrá más demanda de productos y servicios relacionadas con la salud, no solamente a nivel personal, sino también a nivel empresarial. Cada vez más empresas apuestan por cuidar del equilibrio emocional de sus empleados con iniciativas como clases de mindfulness y yoga. Desde un punto de vista del cliente, algunas empresas desarrollan innovadoras experiencias saludables, como el Hotel Moxy Chelsea en Nueva York de la cadena Marriott que incorpora una alternativa a la meditación, la Respuesta Autónoma del Meridiano Sensorial (A.S.M.R.) que ayuda a los huéspedes a relajarse después de un día de estrés. Aquí puedes ver un ejemplo. Piensa, ¿dónde hay oportunidades para aliviar cualquier impacto negativo, o mejor aún, ofrecer medidas de mejora de la salud de los empleados o clientes? ¿Cómo puedes empezar? Ahora es la oportunidad de hacerse ciertas reflexiones para poder decidir cómo queremos que sea nuestro futuro. Repensarse a uno mismo, está bien, a nivel personal esto es muy difícil, pero, al fin y al cabo, mirarse hacia dentro y conocerse un poco mejor, podría ayudar con otros a que nos reinventemos e intentar no ser víctimas de un futuro anunciado. -¿Cuál es el estado problemático que quieres cambiar? -¿Qué quieres lograr? -Hasta ahora, ¿qué te ha impedido conseguirlo? -¿Para qué quieres cambiar? -¿Qué habilidades deberías desarrollar para adaptarte a este nuevo contexto? -¿Qué depende de ti y qué no? -¿Cuáles son las opciones que hay? No es fácil hacer estas reflexiones a solas, definir un objetivo claro, recopilar y ordenar la información, imaginar un futuro deseado para posteriormente tramar un plan de acción. Puedes consultar herramientas como por ejemplo el Business Model YOU de Tim Clark y Alexander Osterwalder, métodos de Design Thinking, el concepto japonés de “Ikigai” que parte de la necesidad de buscar tu razón de ser o sentido de la vida o dinámicas de Coaching para la introspección y visualización. Aquí te puedes descargar un pdf que te ayuda a definir tu propósito, tu causa del porqué haces lo que haces. Si prefieres hacerlo acompañado, puedes apuntarte al evento Next New Work, que se va a celebrar del 19 al 21 de marzo en Gran Canaria.

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